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Hacìa las elecciones europeas: la postura politica de Potere al Popolo!

elezioni potere al popolo

Hoy (domingo 13 de enero) se ha cerrado la consulta a los y las inscritas a Potere al Popolo! sobre la participación en las próximas elecciones europeas. La mayoría de los votantes (un 73%) se ha exprimido a favor de participar en las mismas. Potere al Popolo! se presentará, por lo tanto, a las elecciones.

Sobre el cómo participar, dos han sido las opciones mayoritariamente votadas. La más votada ha sido: “participar a las elecciones con nuestro propio símbolo y programa” (un 55%), la segunda opción: “comprobar si en base a contenidos son posibles convergencias con otras fuerzas sociales y políticas (colectivos, asociaciones, movimientos, partidos)” ha recibido un 48% de los apoyos. Ninguna de las dos opciones ha alcanzado la mayoría necesaria del 66% para ser aprobada directamente. Está prevista por lo tanto una nueva votación en nuestra plataforma online que se realizará en las siguientes dos semanas. Mientras tanto, para asegurar la factibilidad de la segunda opción, proponemos un debate público a todas las fuerzas que puedan estar interesadas en los siguientes puntos de contenido y de método:

  1. Creemos que durante estos años, como bien se vio con Grecia o con la reciente humillación a la que se ha sometido al gobierno Lega/5 Stelle sobre los presupuestos generales del Estado, se hace evidente que la Unión Europea, con sus Tratados y su sistema de poderes, es el adversario inevitable de cualquier proyecto de igualdad social así como de control democrático de los mercados y del mundo de las finanzas. Los Tratados se han constituido en base a principios completamente contrarios a los valores de la Constitución Italiana de 1948. Además, es necesario recordar que el pueblo italiano nunca ha votado los Tratados europeos que hoy prevalen sobre nuestra Constitución y que la están destruyendo.

La ruptura de los Tratados no sirve por tanto a motivaciones ideológicas, sino a la realización de lo que desde hace años demandan las clases populares europeas y movimientos como el de los Chalecos Amarillos. Para redistribuir la riqueza, realizar políticas de pleno empleo o para nacionalizar los sectores estratégicos y las empresas que cierren o deslocalicen, se hace necesario desobedecer cuanto antes los vínculos que nos impone la Unión Europea. Los mismos vínculos que no consienten que se proceda con un plan de inversiones alternativo a las Grandes Obras que pueda poner fin a la devastación ambiental y realizar una verdadera transición ecológica. Será imposible mientras estemos atados de este modo, garantizar un derecho efectivo a la vivienda, a la educación, a la salud y a servicios sociales eficientes para la mayoría de las personas.

  1. Para realizar un programa de este tipo se deben además revisar radicalmente los gastos militares y su utilidad, también nuestra pertenencia a la OTAN y la posición internacional de nuestro país. Sirven procesos de cooperación real y no de saqueo con respecto a los países africanos y de Oriente Medio, no podemos quedar indiferentes a los desastres humanos y ambientales que las multinacionales realizan del otro lado del Mediterráneo. Quien escapa de la guerra y de la miseria está tan oprimido como nosotros. También por ello hace falta practicar políticas de acogida y de integración basadas en el modelo de Riace.
  2. Es necesario también decir desmentir la falsa dicotomía entre el europeísmo liberal de “izquierdas” y el nacionalismo liberal de derechas, a las que hoy parecen reducirse todas las opciones políticas. Para ello es necesario ser coherentes: no se pueden defender sentimientos humanitarios en defensa de los inmigrantes y después estar en la calle manifestándose con los SI TAV, o con gobiernos que realizan políticas que empobrecen a la mayoría. Es una cuestión de credibilidad: no se puede estar con quien se alía con el Partido Democrático. La unidad es ciertamente algo bueno, pero no se trata tampoco de realizar una sopa de siglas, en la que se encuentra el todo y su contrario. La unidad debe realizarse sobretodo junto con nuestro propio bloque social, sobre cuestiones concretas y con contenidos claros: debe servir a las personas a ser más fuertes y no a mantener vivos a grupos dirigentes residuales.
  3. Por último pensamos que un movimiento de transformación de la sociedad no puede prescindir de un fuerte posicionamiento respecto a la cuestión de género, que debe de estar contemplado tanto en su programa, como en su organización interna y por último en su comunicación. Como nos enseñan movimientos como Non Una di Meno (Ni Una Menos), uno de los protagonistas de hecho de varias luchas sociales durante estos años, el feminismo no es un oropel o una cuestión sectorial, sino un elemento constitutivo de nuestro pensamiento y nuestra acción.

Durante las siguientes dos semanas debatiremos públicamente con quienquiera que comparta estos puntos, para que después los inscritos e inscritas a Potere al Popolo! decidan.

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